Nos regalan miedo para vendernos seguridad

Por Spanish Utopia
27 de marzo de 2025

Durante las últimas semanas la Unión Europea ha alertado a su población, aconsejando que se hagan con un kit de supervivencia en caso de guerra o desastre natural.

Este tipo de alarma social no es la primera vez que se produce en la Unión Europea. En 2022, el gobierno de Noruega lanzó una alerta similar ante el riesgo de radiación por una posible guerra nuclear. 

Todas estas alarmas en la sociedad parecen responder a un plan bien trazado por parte Unión Europea, saben que el miedo funciona (ya tuvieron el primer experimento durante la pandemia) y con este pretenden así justificar el rearme de Europa elevando los presupuestos militares ante una supuesta amenaza.

Diversos colectivos han realizado manifestaciones en las principales capitales europeas en denuncia de la nueva deriva armamentística de Europa y sus planes de futuro rearme.

Por otro lado, esta situación ha emplazando a los Estados y a sus ciudadanos a posicionarse o aliarse con uno de los bloques que se están formando y que se quieren repartir el mejor trozo de pastel de la tarta, pensando que unos son menos malos que los otros. La realidad es que no hay bloque imperialista que busque el bienestar común de la humanidad, sino el suyo propio (los que gobiernan).

¿Es simplista o utópico seguir defendiendo la paz y la justicia social? ¿Es quizás más inteligente, elaborado y maduro creer que los vientos de guerra, el lenguaje belicista y la apuesta por las armas traerán un futuro mejor? La respuesta es negativa, y no nos resignamos a la guerra. El rearme no traerá la paz. No contribuirá a la distensión, si no que nos acercará aún más a la guerra.

No podemos ni queremos aceptar que el dinero de nuestros hospitales públicos, nuestras escuelas y nuestras universidades públicas, nuestro sistema de atención a la dependencia, nuestras políticas de protección y de cobertura social, de lucha contra el cambio climático o la investigación se vea mermado y sea destinado para la compra de tanques, fusiles, cazas y misiles para la guerra porque así lo hayan decidido las elites belicistas que gobiernan actualmente Europa.

Los contextos militaristas suelen ir acompañados además de retrocesos en derechos, libertades y políticas sociales. Originan miedo y alarma social, escenario idóneo para normalizar mecanismos de represión y autoritarismo, como ya se está empezando a ver.

Los climas bélicos se diseñan en cómodos despachos, pero son los pueblos quienes pagan las consecuencias. No nos resignamos a la guerra, porque no queremos la paz de los cementerios, porque la historia nos demuestra que el único camino realista para conseguir la paz no es el militar, sino el político. Pónganse manos a la obra y trabajen por la paz.

Ningún ejercito defiende la paz ¡No al rearme europeo!