Una vez finalizada la Guerra Civil Española en 1939, muchos republicanos y anarquistas se refugiaron en Francia dónde combatieron el fascismo una vez comenzada la II Guerra Mundial, y donde se encontraban 3.000 mujeres cuyas historias fueron silenciadas.
María nació en la ciudad de O Ferrol en 1916, hija de un capitán de la Marina republicana, tras la Batalla del Ebro partió de Madrid a Valencia junto a su madre y sus hermanos.
En febrero de 1939 cruzaron la frontera española hacia Francia, donde acabó en la célebre compañía “La Nueve”, integrada por 160 soldados, casi todos de origen español, y que el 24 de agosto de 1944 fueron los primeros en entrar en París.
María Vázquez Blanco que participó en la liberación de Rouen en 1944 junto a la Resistencia y el ejército francés contra los nazis.
Durante la Segunda Guerra Mundial, cientos de mujeres españolas, en su mayor parte exiliadas de la Guerra Civil, tomaron parte en la liberación de Francia de las garras del nazismo dentro de grupos de guerrilleros, organizando rutas de evasión o manejando redes de información. A pesar de que en su mayor parte no empuñaron armas ni participaron en el conflicto armado en primera línea fuego, desarrollaron otro tipo de operaciones sin las cuales la derrota de Hitler no habría sido posible. Las mujeres tuvieron un papel tan extraordinario en la lucha contra el nazismo que, sin su participación, la guerra no se habría podido ganar.
Los hombres podían combatir sin la información, las armas o los lugares seguros que dependían, en muchos casos de las mujeres. Sin ellas, la guerra se habría perdido. Entre todas ellas, una gallega no solo tomó las armas para recuperar, de manos alemanas, la ciudad de Ruan, la capital de Normandía, sino que su imagen, inmortalizada por un fotógrafo del ejército canadiense, debería de ser un símbolo que representa a todas aquellas mujeres que arriesgaron y arriesgan sus vidas por la libertad. Esta es la historia de María Vázquez Blanco.
María y su familia permanecieron en Madrid hasta la caída del frente del Ebro, en noviembre de 1938, momento en que se trasladaron a Valencia, huyendo de las represalias de los golpistas. Posteriormente se desplazaron a Cataluña y en febrero de 1939 cruzaron la frontera francesa por el municipio francés de Le Perthus, en los Pirineos Orientales, donde fueron separados.
Las mujeres fueron enviadas a Grugny, un pequeño pueblo a las afueras de Ruan, capital de la provincia francesa de Normandía, mientras el hermano se alistó en la Legión Extranjera y fue enviado al norte de África, donde desertaría y se enrolaría en la División Blindada del general Leclerc, pasando a formar parte tiempo después de “la Nueve”, integrada casi en su totalidad por españoles. En octubre de 1944, con tan solo 20 años, moría en el departamento de Vosgos tras una emboscada nazi.