¿Una importante corriente filosófica del griego Zenón de Citio, pero… qué es el estoicismo?
El estoicismo es la capacidad o la fuerza de voluntad de un individuo para controlar sus emociones o sentimientos. ¿Alguien estoico, por tanto, se mantiene firme ante la adversidad, tú, yo y todas las personas tendremos algo de estoico? En toda la expresión de esta filosofía la respuesta es sí, nuestro deseo más intrínseco que a diario busca todo ser humano es la felicidad, el estoicismo es el secreto para llegar a ese estado reparador de las pasiones más experimentadas en nuestra vida eliminando las emociones destructivas.
El estoicismo nos proporciona herramientas prácticas para enfrentar los desafíos cotidianos y hallar la resiliencia emocional así como también, cómo gestionar nuestra interacción en el entorno social. El valor de los estoicos recae en el camino a la sabiduría, la virtud, los valores, en estos actos de compasión, silenciosos y auténticos nos llevan a una vida con propósito, resiliencia y fuerza interior.
Según Massimo Pigliucci menciona 12 ejercicios espirituales prácticos: “Filosofía de vida”:
1. Examinar nuestras impresiones. Los eventos, las acciones, las buenas o malas palabras, siempre van a estar ahí. No van a dejar de suceder. La base es examinar constantemente las impresiones de nuestras emociones. Una vez que la emoción automática nos embriaga, debemos dejar un espacio reservado al análisis racional de esta emoción.
2. Nada es eterno . Piensa en la relación de amistad con tu mejor amigo o amiga. Valórala, pero piensa que también puede acabar, y no hay nada malo en ello… el río seguirá su curso.
3. Ponerse en situación . Recuerda el típico hecho (al menos, de hace unos meses, antes de la pandemia) de decidir ir a un centro comercial un sábado para ver una película en el cine.
4. Usar la virtud. Cada dificultad es una oportunidad para superarse. Soportar dolor te descubrirá cuáles son tus límites. Privarte de alcohol o dulces descubrirá cuán férreo es el autocontrol que te procesas. Aguantar a una persona pesada descubrirá qué nivel de paciencia tienes…
5. Respira, luego obra. Aquí entraría el dicho: “No ofende quien quiere sino quien puede”.
Si alguien te provoca y tu caes ante esa provocación, sé consciente que tu mente pasa, en ese mismo momento, a ser cómplice del provocador.
6. Juzga con la misma vara de medir tanto a ti, como a los otros

7. Hablar poco y bien. Lo bueno si es breve, dos veces bueno.
Epicteto nos recuerda en esta práctica dos cosas: Evitar conversaciones vacías y evitar juicios de valor, cotilleos o chismes. Ambas conversaciones no nos llevan a ningún sitio por lo que deberíamos evitarlas en la medida de lo posible.
8. Escoger la compañía. La vida es corta, por lo tanto, elige bien con quién la compartes.
9. Reaccionar bien ante las provocaciones. Hacer caso omiso a las faltas de respeto de otros dejará desarmado al atacante.
Esta forma de reaccionar ante los hostiles nos proporcionará tranquilidad. Una reacción que seguro no guste a nuestro “adversario”.
10. No hablar en demasía de nosotros mismos a los demás. Contar nuestros éxitos o hazañas suele agradarle más a nuestro oído que al oído del acompañante. Date el protagonismo que mereces, no lo sobredimensiones.
11. Hablar sin emitir juicios. Algunos son expertos en hablar sin saber. Seguro que conoces a alguien. ¿Te pasa?
Mientras no conozcamos sus razones, ¿cómo podemos atrevernos a afirmar si lo que hace esa persona es correcto o no?
12. Reflexionar sobre nuestro día . Séneca nos animaba a, justo antes de dormir, buscar un lugar tranquilo y oscuro en casa para poder reflexionar ahí sobre cómo habíamos enfrentado nuestro día.
A algunos les ayuda mucho escribir sus reflexiones en un cuaderno, como Marco Aurelio. De ahí salió uno de los libros más famosos del estoicismo: “Meditaciones”.
En relación con este tema podemos encontrar variedad de videos, libros y apartados en internet que nos permiten tener a la mano el poder de una vida más plena y te permite diseñar tu propia filosofía de vida.
Psic. Claudia Peñaloza